lluvia de estrellas

anoche tuve la inmensa suerte de ver los fuegos artificiales que se ofrecen a los que estamos en Pamplona estos días de fiesta por su patrón, San Fermín. Disfruté como nunca he disfrutado unos fuegos artificiales, fueron muy bonitos. También creo que la sensibilidad de uno va cambiando.

El caso es que disfruté mucho y me dije que tenía que ponerlo en el murciblog, porque iluminar la noche a base de pólvora, dar luz con polvo, me pareció una genialidad. También pensé en que es muy fácil a los artistas el arte, porque el mundo es bastante bonito. Al menos cuando no lo estropeamos los hombres.

Otra cosa sobre esto y a la vez sobre s. Fermín. Esta mañana he tenido la inmensa suerte de estar con dos residentes de Albayzín, Juanfra y Migue, con los que me he tomado una cerveza en un bar de la calle Estafeta, una de las típicas de los encierros. El ambiente era muy bueno, familiar. Hemos tenido la suerte de ver bailar al son de unas trompetillas (no sé el nombre del instrumento) a unos gigantes. Me ha maravillado cómo los niños lo miraban...-admiraban. Y es que todo daba para la sonrisa en ese ambiente lleno de niños, sol, amigos y pañuelos rojos (yo también llevaba, eh!). Sin embargo, unos cuantos jóvenes se toman estas fiestas como otras más para poder beber sin hartura. Una pena que se pierdan cosas que verdaderamente valen la pena y las enmascaren con otras vacías.

Porque el etanol se va, pero la sonrisa no se olvida.